lunes, 14 de febrero de 2011

Sin hache.


“Lucha de gigantes. Quién dominaba a quién, sus latidos desacelerados por la oscuridad de unos ojos llenos de atardeceres o las manos de ella encadenadas a las de él.” Al leer aquella frase fragmento de un párrafo de un libro de una iniciativa al fomento de la lectura en el vagón de aquel tren, simplemente pensé en el sentido que el autor quería dar. Desde luego no hablaba de un amor pastel entre nubes de algodón… Preferí pensar que quedan mortales viscerales dónde los remilgos y la ternura quedan en el terciopelo de una rosa; y hablaba de lo trémulo y sórdido en cuestiones de piel bañada en sudor.




[Guiño a E.Jardiel Poncela y su Amor sin hache]




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